ADOLESCENTE
Mi madre me hizo una fiesta ese dia, me habian tomado las medidas por tres semanas consecutivas y ya no estaba creciendo. por fin habia alcanzado la madurez, según lo que habian averiguado de los de mi especie, los pocos que habia. En Forks era uno de tantos dias lluviosos, aunque mis padres sabian que este día llegaría, todavia se preocupaban de que algo saliera mal. Alice les decía que dejaran de sentirse asi, pero no era hasta que Jasper enviaba una ola de alivio que los calmara que ellos dejaban de preocuparse. Como todos los meses, me dieron regalos, cuando se crece tan rápido como yo lo hacia, no tenia sentido esperar un año y como mi familia no tenia escasez de dinero, les gustaba comprarme algo todos los meses.
Al abuelo Charlie no le gustaba la idea, les decia que me iban a malcriar, el sí me compraba un regalo todos los años, usualmente era salir a pasear conmigo a algun sitio.
Se me tenia prohibido entrar en contacto con los humanos.
Primero porque se iban a dar cuenta de que yo crecía sobrenaturalmente rápido y segundo por que al quedarnos en Forks si veian a los adolescentes Cullen luciendo exactemente igual que el día que se graduaron, despues de siete años alguien podria sospechar.
Me molestaba un poco, pero no podia culparlos. Se habian quedado por mi, por Jacob. El no podia dejar la tribu, ni podia dejarme a mi.
Había abierto los regalos de todos, libros de medicina por parte de Carlisle, que esperaba que siguiera la tradicion de la familia y tomara medicina en algun momento en los proximos doscientos años, Esme con pinturas y dibujos, tía Rosalie y tío Emmet me regalaron unos pendientes de cuarzo color marron como mis ojos, muy raro.
Tía Alice me dijo que mi regalo era un secreto y me lo daba mas tarde. Bella y Edward solo voltearon los ojos, probablemente ya sabian lo que era, así que no veia porque tanto misterio.
Finalmente, Edward y Bella se acercaron a mi, tenían un simple sobre de manila en sus manos. Una pensaría que se hubieran esforzado mas, pero mi madre habia crecido con Charlie y generalmente trataba de comprarme cosas de bajo precio y solo una o dos. Edward, por el contrario, se iba en regalos, me decía que era porque Bella no aceptaba regalos de parte de él antes de casarse y se estaba desquitando conmigo, la verdad creo que nunca voy a entender a mi madre.
Abrí el sobre y me quedé completamente en shock. Eran los papeles para entrar al instituto en Forks.
—Pero ¿Y esto?— Les dije perpleja, hasta donde sabía no tenia planeado ir al instituto, habia recibido toda la educacion necesaria en casa y hasta más.
—Reneesme—Me dijo Bella, tenia una sonrisa que iluminaba toda la sala,— Aunque te hemos enseñado todo lo que se aprende en la escuela, necesites verdadera interaccion con los humanos, para que sepas como son y entiendas las rigurosidades de nuestra dieta.
Edward estaba tomando de la mano a mi madre cuando tambien me habló. —Ademas necesitas papeles… adecuados para la universidad, la gente que ha sido educada en casa, siempre recibe mas atenciones de los profesores, necesitas lucir como una adolescente común y cualquiera. Además te hará bien conocer otras personas.
Me dijo guiñando el ojo.
Creo que estaba tratando de decirme algo con esta seña, pero no creo que fuera en relación a mi futuro romántico. Jacob era mi destino, estaba imprimado de mi, de hecho donde estaba él una pensaria que el estaría aqui antes que nadie.
Bella lo golpeó en las costillas con el codo. Tenía razón entonces, era acerca de Jacob. No se por que me padre no se acababa de acostumbrar a la idea. Además no habia prisa, Jacob y yo teniamos siglos por delante, no hacía falta que se preocupara de perder a su hija.
Y hablando del rey de Roma…
Mi Jacob se apareció por la puerta, estaba empapado, se veia tan hermoso mojado, Rosalie se cubrió la nariz.
—¡Ugh! Que olor a perro mojado
—Mejor que oler a vampiro seso hueco.
Ambos rieron, creo que a este punto nunca van a cambiar. Su relación siempre había sido así, mas que quererse tolerarse, pero creo que es mas por costumbre que por real desdén.
—¿Empezaron sin mi? Dijo mirando a mi padre de reojo.
—Ibas a venir de todas maneras ¿No? Como sea tu regalo no tiene nada que ver con el nuestro.
—Ugh como odio que me leas la mente. ¿Se lo dijiste?
—No. Claro que no. Se que querias que fuera… una sorpresa. Si te hace sentir mejor lo hiciste muy bien, no me di cuenta de lo que era hasta hace una semana.
Jacob se veia orgulloso. Mi padre se veía… triste la verdad. No podia adivinar la expression de mi madre.
—¿Pero que es? Diganme ahora.
Jacob se acerco a mí, con esa calida sonrisa que me encantaba ver, y se arrodilló.
¡Oh no! ¡¿Que es esto!? Me dije repentinamente, pero por que me asusto, sabia que esto iba a pasar.
Mi padre miraba la escena con mortificación, pero sonrió un poco al saberme asustada. Traté de olvidar el susto y segui observando a Jacob.
—He estado ahorrando por años, queria comprarte algo que te merecieras, espero que te guste, Nessie.
Tenia una cajita de terciopelo negro en las manos, podia sentir las miradas de todos en mi, sabian que era demasiado pronto, pero la verdad por que esperar, ibamos a casarnos mas temprano que tarde. No tenia sentido esperar….¿O si?
Abrí la caja.
—Dios mio. ¡Esto debió costar una fortuna!
Era un anillo de diamantes muy hermoso, con una piedra en corte triangular, pequeño y bastante delicado, con una banda de oro. Hubiera preferido plata, pero bueno, era de Jacob eso era lo que importaba.
—Vaya! no pierdes el tiempo.
Era Leah que llegaba con Seth, por alguna razon el lucía triste, me pregunto que le pasaba.
—Interrumpiendo como siempre. Le dijo Jacob y ambos intercambiaron sonrisas.
Por alguna razón mis encantos no funcionaban con Leah, en donde habia logrado cuando era una “niña” concenver a docenas de vampiros de protegernos a todos, los licántropos parecian immunes a mis poderes.
Leah me detestaba, me llamaba la princesa malcriada de los Cullen, no en mi cara por supuesto, Seth se ponía furioso y la obligaba a comerse sus palabras. Y como no eramos amigos desde mi “infancia” ella aceptó callarse la boca por respeto a él y Jacob. Los demás en la reservación me respetaban porque era la imprintada de Jacob, pero no se que tan bien les caia, y francamente no me importaba, a estas alturas eramos todos familia asi que las pequeñas desavenencias no me molestaban. Lo único que me dolía era que Sue no me dejara llamarle abuela. Ella y Charlie se habian casado hacia un par de años y para mí era lo mas natural, pero ella con una sola mirada me dejó claro que no era su idea de nieta.
Nada, no se puede escoger a la familia.
Me percaté que no había contestado.
—No se que decir Jake, estamos imprimados. Me imagino que debo decir…¿Acepto?
Jacob rió, puso sus manos morenas en las mias y las besó con ternura, Leah miraba incrédula y mi familia reía con complacencia, Bella y Edward estaban mas o menos contentos, la mas feliz era Alice. Debe estar haciendo los preparativos de mi boda mentalmente.
—No creo que debamos hablar de la fecha por ahora, pero quisiera que usaras mi anillo en el instituto.
—¿Celoso, Jacob?
Dijo Edward sonriendo maliciosamente, algo leyó en su mente.
—Es para evitar malos entendidos Edward. Sabes como son los chicos a esa edad.
—Lo dices como si tuvieras todos los años del mundo, no hace tanto que te graduaste. Ni hace tanto que tambien eras solo un…chico.
—Ya basta ustedes dos. —Dijo Alice.—Ven Nessie, te voy a mostrar tu regalo.
Al abuelo Charlie no le gustaba la idea, les decia que me iban a malcriar, el sí me compraba un regalo todos los años, usualmente era salir a pasear conmigo a algun sitio.
Se me tenia prohibido entrar en contacto con los humanos.
Primero porque se iban a dar cuenta de que yo crecía sobrenaturalmente rápido y segundo por que al quedarnos en Forks si veian a los adolescentes Cullen luciendo exactemente igual que el día que se graduaron, despues de siete años alguien podria sospechar.
Me molestaba un poco, pero no podia culparlos. Se habian quedado por mi, por Jacob. El no podia dejar la tribu, ni podia dejarme a mi.
Había abierto los regalos de todos, libros de medicina por parte de Carlisle, que esperaba que siguiera la tradicion de la familia y tomara medicina en algun momento en los proximos doscientos años, Esme con pinturas y dibujos, tía Rosalie y tío Emmet me regalaron unos pendientes de cuarzo color marron como mis ojos, muy raro.
Tía Alice me dijo que mi regalo era un secreto y me lo daba mas tarde. Bella y Edward solo voltearon los ojos, probablemente ya sabian lo que era, así que no veia porque tanto misterio.
Finalmente, Edward y Bella se acercaron a mi, tenían un simple sobre de manila en sus manos. Una pensaría que se hubieran esforzado mas, pero mi madre habia crecido con Charlie y generalmente trataba de comprarme cosas de bajo precio y solo una o dos. Edward, por el contrario, se iba en regalos, me decía que era porque Bella no aceptaba regalos de parte de él antes de casarse y se estaba desquitando conmigo, la verdad creo que nunca voy a entender a mi madre.
Abrí el sobre y me quedé completamente en shock. Eran los papeles para entrar al instituto en Forks.
—Pero ¿Y esto?— Les dije perpleja, hasta donde sabía no tenia planeado ir al instituto, habia recibido toda la educacion necesaria en casa y hasta más.
—Reneesme—Me dijo Bella, tenia una sonrisa que iluminaba toda la sala,— Aunque te hemos enseñado todo lo que se aprende en la escuela, necesites verdadera interaccion con los humanos, para que sepas como son y entiendas las rigurosidades de nuestra dieta.
Edward estaba tomando de la mano a mi madre cuando tambien me habló. —Ademas necesitas papeles… adecuados para la universidad, la gente que ha sido educada en casa, siempre recibe mas atenciones de los profesores, necesitas lucir como una adolescente común y cualquiera. Además te hará bien conocer otras personas.
Me dijo guiñando el ojo.
Creo que estaba tratando de decirme algo con esta seña, pero no creo que fuera en relación a mi futuro romántico. Jacob era mi destino, estaba imprimado de mi, de hecho donde estaba él una pensaria que el estaría aqui antes que nadie.
Bella lo golpeó en las costillas con el codo. Tenía razón entonces, era acerca de Jacob. No se por que me padre no se acababa de acostumbrar a la idea. Además no habia prisa, Jacob y yo teniamos siglos por delante, no hacía falta que se preocupara de perder a su hija.
Y hablando del rey de Roma…
Mi Jacob se apareció por la puerta, estaba empapado, se veia tan hermoso mojado, Rosalie se cubrió la nariz.
—¡Ugh! Que olor a perro mojado
—Mejor que oler a vampiro seso hueco.
Ambos rieron, creo que a este punto nunca van a cambiar. Su relación siempre había sido así, mas que quererse tolerarse, pero creo que es mas por costumbre que por real desdén.
—¿Empezaron sin mi? Dijo mirando a mi padre de reojo.
—Ibas a venir de todas maneras ¿No? Como sea tu regalo no tiene nada que ver con el nuestro.
—Ugh como odio que me leas la mente. ¿Se lo dijiste?
—No. Claro que no. Se que querias que fuera… una sorpresa. Si te hace sentir mejor lo hiciste muy bien, no me di cuenta de lo que era hasta hace una semana.
Jacob se veia orgulloso. Mi padre se veía… triste la verdad. No podia adivinar la expression de mi madre.
—¿Pero que es? Diganme ahora.
Jacob se acerco a mí, con esa calida sonrisa que me encantaba ver, y se arrodilló.
¡Oh no! ¡¿Que es esto!? Me dije repentinamente, pero por que me asusto, sabia que esto iba a pasar.
Mi padre miraba la escena con mortificación, pero sonrió un poco al saberme asustada. Traté de olvidar el susto y segui observando a Jacob.
—He estado ahorrando por años, queria comprarte algo que te merecieras, espero que te guste, Nessie.
Tenia una cajita de terciopelo negro en las manos, podia sentir las miradas de todos en mi, sabian que era demasiado pronto, pero la verdad por que esperar, ibamos a casarnos mas temprano que tarde. No tenia sentido esperar….¿O si?
Abrí la caja.
—Dios mio. ¡Esto debió costar una fortuna!
Era un anillo de diamantes muy hermoso, con una piedra en corte triangular, pequeño y bastante delicado, con una banda de oro. Hubiera preferido plata, pero bueno, era de Jacob eso era lo que importaba.
—Vaya! no pierdes el tiempo.
Era Leah que llegaba con Seth, por alguna razon el lucía triste, me pregunto que le pasaba.
—Interrumpiendo como siempre. Le dijo Jacob y ambos intercambiaron sonrisas.
Por alguna razón mis encantos no funcionaban con Leah, en donde habia logrado cuando era una “niña” concenver a docenas de vampiros de protegernos a todos, los licántropos parecian immunes a mis poderes.
Leah me detestaba, me llamaba la princesa malcriada de los Cullen, no en mi cara por supuesto, Seth se ponía furioso y la obligaba a comerse sus palabras. Y como no eramos amigos desde mi “infancia” ella aceptó callarse la boca por respeto a él y Jacob. Los demás en la reservación me respetaban porque era la imprintada de Jacob, pero no se que tan bien les caia, y francamente no me importaba, a estas alturas eramos todos familia asi que las pequeñas desavenencias no me molestaban. Lo único que me dolía era que Sue no me dejara llamarle abuela. Ella y Charlie se habian casado hacia un par de años y para mí era lo mas natural, pero ella con una sola mirada me dejó claro que no era su idea de nieta.
Nada, no se puede escoger a la familia.
Me percaté que no había contestado.
—No se que decir Jake, estamos imprimados. Me imagino que debo decir…¿Acepto?
Jacob rió, puso sus manos morenas en las mias y las besó con ternura, Leah miraba incrédula y mi familia reía con complacencia, Bella y Edward estaban mas o menos contentos, la mas feliz era Alice. Debe estar haciendo los preparativos de mi boda mentalmente.
—No creo que debamos hablar de la fecha por ahora, pero quisiera que usaras mi anillo en el instituto.
—¿Celoso, Jacob?
Dijo Edward sonriendo maliciosamente, algo leyó en su mente.
—Es para evitar malos entendidos Edward. Sabes como son los chicos a esa edad.
—Lo dices como si tuvieras todos los años del mundo, no hace tanto que te graduaste. Ni hace tanto que tambien eras solo un…chico.
—Ya basta ustedes dos. —Dijo Alice.—Ven Nessie, te voy a mostrar tu regalo.
Feb 25, 2011 @ 20:06:54
me encantó! realmente muy bueno!
Feb 25, 2011 @ 20:39:46
Que bueno! Ojala que te siga gustando, vienen muchas sorpresas. 🙂