CENIZAS
Sue sugirió hacer una ceremonia de algun tipo para tener la oportunidad de despedirnos, eso ayuda a los familiares a hacer las paces con la mortalidad, algo que los vampiros ya no consideran parte de su existencia.
Yo recordé una historia que leí con Bella acerca de funerales vikingos en donde las cenizas de los seres amados, generalmente guerreros, se esparcían en el mar. Pero yo ni siquiera tenía las cenizas de mi padre. El jarrón con las cenizas de Bella estaba en el ático, no soportabamos ver que todo lo que era mi madre podía caber en una caja de zapatos.
—Quiero ir a Volterra a conseguir las cenizas de Edward.
Anuncié un dia, tener el propósito de conseguir los restos de mi padre me daba fuerzas.
—¿Estas loca? Vas a ir a las puertas del león como becerro al matadero. Ademas ¿Por qué las iban a conservar? Ellos son los vampiros malos. —Dijo Leah.
—En realidad es muy posible, Aro es de otra época. Las costumbres son dificiles de olvidar aunque se tengan mas de mil años. Conservar los restos de personas notables era muy común en aquellos días y Aro siempre nos consideró a todos notables.—Dijo Carlisle, casi para si mismo.
—Pero no puedes ir sola. —Dijo Esme.
—Es mas peligroso si me acompañan. Yo solo era una bebe cuando Aro me conoció pero el bien que recuerda a todos ustedes enfrentandose a él. Si voy sola, el no tendría ninguna excusa para atacar, especialmente cuando el se tomó la molestia de enviar desconocidos a …. bueno el obviamente quiere mantener la ilusión de que siguen la ley.
Jacob y Seth no se veian nada contentos. Los demas Quillete tampoco, imagino que lo que menos querrian es arriesgar a la imprintada de Jacob a morir, el dolor para el sería insoportable y ellos ni siquiera sabían que yo tambien estaba imprintada de Seth, el riesgo era doble. Leah miraba nerviosa a Jacob, tratando de disimular. Eso indicaba que estaba en lo correcto ella amaba a Jacob. En cuanto termine este embrollo vamos a tener que hablar muy claro nosotros cuatro.
Seth y yo habiamos mantenido las apariencias y ahora que volvia a sentirme mejor la verdad deseaba estar a solas con él mas que nunca. Pero la parte de mi que ansiaba hacer algo por mis padres, mantenía las cosas en perspectiva. Seguí explicando mi plan.
—Le enviaré un mensaje para vernos en un sitio público. Ellos no cazan en la ciudad y si llego muy temprano y siento que algo no funciona tomo un vuelo antes de que caiga la noche. Ellos no pueden salir a la luz del día como yo.
—Ire contigo —Dijo Seth de inmediato. Jacob lo miró extrañado.
—Seth, siempre defendiendo a los vampiros —Dijo riendose. Traté de bajar la mirada tenia la impresion que Jacob podia leer mis ojos. Y no era el momento para crear más problemas—Soy yo el que debo ir.
—Buena estrategia genio, solo dos lobos contra docenas de vampiros. —Dijo Leah. Jacob la miró con…¿rabia?
—No es tu asunto… ya no más. —Le dijo severamente. Leah se quedó callada, pero luego pareció encontrar las palabras.
—Bueno pues deja que Seth se una a la manada de Sam tambien, se que él no te dejaría solo ahora que es segundo al mando… de nuevo.
—¿Tambien? ¿O sea que tu Leah?— Ella asintió en silencio, parecía avergonzada—¿¡Que?! Como pasó eso. —
Pregunté sin poder evitarlo. Sam me respondió.
—Hemos hecho unos cuantos cambios desde que…bueno Leah es parte de mi manada ahora.
—Oh.
Solo dije. Pensé que era por el beso. Leah prefería estar en la manada de Sam que en la de Jacob, seguro no queria tener que leer en su mente lo que sea que le estaba pasando con ella…y conmigo.
Mi familia vampira no inquirió más. Quizas recordaban lo que Seth y yo habíamos hablado y estaban atando cabos mentalmente, al igual que yo.
Estuvieron discutiendo la situacion por un rato y yo estaba ya planificando escaparme, pero tía Alice no necesitaba sus poderes para saber que me proponia y me miró reprobandome. Lo que me recordó.
—¿Tia Alice puedes ver que pasa con Aro?
Alice me miró dudosa.
—Reneesme. No confío en mis poderes ya, no pude salvar a….—ahí se quedó en silencio. No podía pronunciar las palabras. Ninguno de nosotros podía decirlo en voz alta. Creo que nos tomará siglos aceptarlo.
—Alice, —le dije arrodillándome y tomándola de las manos— ¿No quieres tener la oportunidad de decir adios?
—Aunque quisiera no puedo ver nada, desde que me he sentido mejor, he tratado de ver a Aro y es como una pared obscura. No se que habrá pasado en Volterra o con mis poderes. Pero no veo nada.
Esto complicaba las cosas, pero estaba decidida.
—No tengo miedo tengo que ir, tengo los papeles para salir del país y ademas si ellos fueran una amenaza ya nos hubieran atacado. Aro…—sentí de repente un nudo en mi garganta—…ya hizo lo que iba a hacer con Edward y Bella, nuestras mejores armas. A lo mejor ahora que sabe que han sido destruidas ya no nos ven de la misma manera.
Carlisle seguía apoyandome.
—Nosotros sabemos bien que los Volturi prefieren coleccionar vampiros dotados a eliminarlos. Aro probablemente nos haga una oferta y entregue las cenizas como acto de buena fe, Reneesme solo tiene que decirle que nos comunicara sus deseos y que lo vamos a pensar, luego… luego que tengamos la cenizas veremos que hacemos.
—¿Que les parece?— Terminé yo.
El plan tenia sentido. Carlisle sabía que si Aro podia evitar una batalla y tener más miembros dotados eso era más importante que cualquier venganza.
—Puede ser. —Dijo my Esme—Pero iremos todos hasta Italia por lo menos.—
Carlisle pensativo se acercó a ella y le tomó la mano.
—Cerca de Volterra hay un pueblito que conozco bien. Tengo una pequeña propiedad que usaba para ausentarme cuando los Volturi tenian sus…banquetes. Con unas llamadas puedo arreglar todo para que no nos molesten. Si hay una emergencia estaremos listos para ayudarte. No podemos arriesgarnos a perderte, no tan solo por nosotros sino por Jacob y….la manada. Si algo sale mal, si solo tu sobrevives ,habrá valido la pena.
No me gustaban sus palabras y no me gustaba que toda mi familia estuviera tan cerca del peligro. Pero desde el primer momento que mencioné las cenizas de mi padre, una llama de determinacion se encendió en los ojos de todos los Cullen, si esto era lo último que podian hacer por Bella y Edward estaban dispuestos a morir si era necesario.
Me recordaba las leyendas de vampiros de las cuales solia reirme con ellos, que si un vampiro encontraba un saco de arroz, no se detendría hasta contar todos los granos, aunque lo atrapara la luz del sol en el proceso.
Al parecer no estaban tan errados en la compulsion en nuestra especie.
Yo recordé una historia que leí con Bella acerca de funerales vikingos en donde las cenizas de los seres amados, generalmente guerreros, se esparcían en el mar. Pero yo ni siquiera tenía las cenizas de mi padre. El jarrón con las cenizas de Bella estaba en el ático, no soportabamos ver que todo lo que era mi madre podía caber en una caja de zapatos.
—Quiero ir a Volterra a conseguir las cenizas de Edward.
Anuncié un dia, tener el propósito de conseguir los restos de mi padre me daba fuerzas.
—¿Estas loca? Vas a ir a las puertas del león como becerro al matadero. Ademas ¿Por qué las iban a conservar? Ellos son los vampiros malos. —Dijo Leah.
—En realidad es muy posible, Aro es de otra época. Las costumbres son dificiles de olvidar aunque se tengan mas de mil años. Conservar los restos de personas notables era muy común en aquellos días y Aro siempre nos consideró a todos notables.—Dijo Carlisle, casi para si mismo.
—Pero no puedes ir sola. —Dijo Esme.
—Es mas peligroso si me acompañan. Yo solo era una bebe cuando Aro me conoció pero el bien que recuerda a todos ustedes enfrentandose a él. Si voy sola, el no tendría ninguna excusa para atacar, especialmente cuando el se tomó la molestia de enviar desconocidos a …. bueno el obviamente quiere mantener la ilusión de que siguen la ley.
Jacob y Seth no se veian nada contentos. Los demas Quillete tampoco, imagino que lo que menos querrian es arriesgar a la imprintada de Jacob a morir, el dolor para el sería insoportable y ellos ni siquiera sabían que yo tambien estaba imprintada de Seth, el riesgo era doble. Leah miraba nerviosa a Jacob, tratando de disimular. Eso indicaba que estaba en lo correcto ella amaba a Jacob. En cuanto termine este embrollo vamos a tener que hablar muy claro nosotros cuatro.
Seth y yo habiamos mantenido las apariencias y ahora que volvia a sentirme mejor la verdad deseaba estar a solas con él mas que nunca. Pero la parte de mi que ansiaba hacer algo por mis padres, mantenía las cosas en perspectiva. Seguí explicando mi plan.
—Le enviaré un mensaje para vernos en un sitio público. Ellos no cazan en la ciudad y si llego muy temprano y siento que algo no funciona tomo un vuelo antes de que caiga la noche. Ellos no pueden salir a la luz del día como yo.
—Ire contigo —Dijo Seth de inmediato. Jacob lo miró extrañado.
—Seth, siempre defendiendo a los vampiros —Dijo riendose. Traté de bajar la mirada tenia la impresion que Jacob podia leer mis ojos. Y no era el momento para crear más problemas—Soy yo el que debo ir.
—Buena estrategia genio, solo dos lobos contra docenas de vampiros. —Dijo Leah. Jacob la miró con…¿rabia?
—No es tu asunto… ya no más. —Le dijo severamente. Leah se quedó callada, pero luego pareció encontrar las palabras.
—Bueno pues deja que Seth se una a la manada de Sam tambien, se que él no te dejaría solo ahora que es segundo al mando… de nuevo.
—¿Tambien? ¿O sea que tu Leah?— Ella asintió en silencio, parecía avergonzada—¿¡Que?! Como pasó eso. —
Pregunté sin poder evitarlo. Sam me respondió.
—Hemos hecho unos cuantos cambios desde que…bueno Leah es parte de mi manada ahora.
—Oh.
Solo dije. Pensé que era por el beso. Leah prefería estar en la manada de Sam que en la de Jacob, seguro no queria tener que leer en su mente lo que sea que le estaba pasando con ella…y conmigo.
Mi familia vampira no inquirió más. Quizas recordaban lo que Seth y yo habíamos hablado y estaban atando cabos mentalmente, al igual que yo.
Estuvieron discutiendo la situacion por un rato y yo estaba ya planificando escaparme, pero tía Alice no necesitaba sus poderes para saber que me proponia y me miró reprobandome. Lo que me recordó.
—¿Tia Alice puedes ver que pasa con Aro?
Alice me miró dudosa.
—Reneesme. No confío en mis poderes ya, no pude salvar a….—ahí se quedó en silencio. No podía pronunciar las palabras. Ninguno de nosotros podía decirlo en voz alta. Creo que nos tomará siglos aceptarlo.
—Alice, —le dije arrodillándome y tomándola de las manos— ¿No quieres tener la oportunidad de decir adios?
—Aunque quisiera no puedo ver nada, desde que me he sentido mejor, he tratado de ver a Aro y es como una pared obscura. No se que habrá pasado en Volterra o con mis poderes. Pero no veo nada.
Esto complicaba las cosas, pero estaba decidida.
—No tengo miedo tengo que ir, tengo los papeles para salir del país y ademas si ellos fueran una amenaza ya nos hubieran atacado. Aro…—sentí de repente un nudo en mi garganta—…ya hizo lo que iba a hacer con Edward y Bella, nuestras mejores armas. A lo mejor ahora que sabe que han sido destruidas ya no nos ven de la misma manera.
Carlisle seguía apoyandome.
—Nosotros sabemos bien que los Volturi prefieren coleccionar vampiros dotados a eliminarlos. Aro probablemente nos haga una oferta y entregue las cenizas como acto de buena fe, Reneesme solo tiene que decirle que nos comunicara sus deseos y que lo vamos a pensar, luego… luego que tengamos la cenizas veremos que hacemos.
—¿Que les parece?— Terminé yo.
El plan tenia sentido. Carlisle sabía que si Aro podia evitar una batalla y tener más miembros dotados eso era más importante que cualquier venganza.
—Puede ser. —Dijo my Esme—Pero iremos todos hasta Italia por lo menos.—
Carlisle pensativo se acercó a ella y le tomó la mano.
—Cerca de Volterra hay un pueblito que conozco bien. Tengo una pequeña propiedad que usaba para ausentarme cuando los Volturi tenian sus…banquetes. Con unas llamadas puedo arreglar todo para que no nos molesten. Si hay una emergencia estaremos listos para ayudarte. No podemos arriesgarnos a perderte, no tan solo por nosotros sino por Jacob y….la manada. Si algo sale mal, si solo tu sobrevives ,habrá valido la pena.
No me gustaban sus palabras y no me gustaba que toda mi familia estuviera tan cerca del peligro. Pero desde el primer momento que mencioné las cenizas de mi padre, una llama de determinacion se encendió en los ojos de todos los Cullen, si esto era lo último que podian hacer por Bella y Edward estaban dispuestos a morir si era necesario.
Me recordaba las leyendas de vampiros de las cuales solia reirme con ellos, que si un vampiro encontraba un saco de arroz, no se detendría hasta contar todos los granos, aunque lo atrapara la luz del sol en el proceso.
Al parecer no estaban tan errados en la compulsion en nuestra especie.