OCASO. Vigésimo Tercer Capitulo

VAMPIROS DUPLICADOS
—Papá. ¿Como estas?
—Estaré bien Nessie, solo es una pierna cercenada, solo necesito volver a pegarla.
—¿Te duele?
—Un poco pero eso no importa. Lo hiciste bien, querida ahora sabemos que Joham está aqui. El debío haber encontrado una manera de penetrar el escudo de tu madre y borrar…editar sus recuerdos.
La idea de que alguien fuera lo suficientemente fuerte para traspasar el escudo de Bella era aterradora. ¿Como lo habian hecho?
Estuvimos horas asi, gracias a Dios habido bebido suficiente sangre antes de venir, pero mi padre se veia debil y hambriento.
Sentímos unos pasos. Mi padre y yo nos miramos, quien quiera que fuera debiamos seguir el plan.
—¿Como estan mis importantes invitados? ¿Espero que comodos?
Aro entró, con un vampiro que no conocía cabello obscuro, me recordaba a Nahuel. ¿Joham? y su mujer Sulpicia.
El vampiro se acercó hasta mi. Me miraba con… ¿deseo? Era repugnante. Me tocó el rostro como habia hecho Bella.
—Mmm, si que eres un bello ejemplar. Mi hijo estará complacido.
—¿Nahuel? —La palabra me salió sin querer.
—Tiene buena memoria tambien. Podremos arreglar eso.—Dijo poniendo su dedo indice en mi frente. Miró a Aro y este sonrió, pero no era una sonrisa franca. Lo que sea que estaba haciendo con Joham lo hacía por necesidad; el no le agradaba.
—Oh amigo Johan sabes que tus hijas son muy buenas para eso. Pero antes de que juguemos con su cerebro dejame ver en su memoria.
Aro se acercó con la gracia de un bailarin, era dificil de creer que su mirada tan dulce y alegre escondiera tanta maldad. Me tocó la mano, no sentí nada pero ya conocia su don, le tomo segundos ver en todos mis recuerdos. Y soltó una carcajada de lo mas ironica.
—Pequeña Reneesme con dos lobos imprintados, eres una chica muy mala. ¿Estas seguro que tu hijo todavia la querrá?
—Lo prometiste Aro.
Era la voz de un hombre joven que acababa de entrar, reconocí a Nahuel de inmediato.
Edward observaba la escena incrédulo.
—¿Como pudiste traicionarnos con tu padre Nahuel despues de lo que el te hizo?
Nahuel no se inmutó, se dio la vuelta para mirarme y se acercó, estaba oliendo mi pelo, era asqueroso. Y aun mirandome le dijo:
—Todos tienen un precio Edward. He estado solo casi dos siglos y como soy un hibrido no tengo muchas… opciones. Cuando Joham me prometió que si lo ayudaba me daría a Reneesme no me pude negar. Lo siento mucho pero mi madre ha estado muerta hace tanto tiempo, que no vale la pena que le guarde luto a su recuerdo.
Sus ojos seguian clavados en mi, pero por alguna razón no sentia miedo, podia ver la gran soledad que le embargaba.
—Nunca te amaré ¿Lo sabes?
—Una vez que te arranquemos esos recuerdos que tienes, no quedara nada que te ate a nadie mas que a mí. Y nuestros hijos te ataran para siempre.
—¿Hijos?! —Dije con horror.—¿Que clase de locura es esta?
Joham parecia querer tener el placer de explicarme.
—Bueno Reneesme, he estado creando mitad vampiros por un tiempo, y mi hijo es el unico varon de la familia, por obvias razones sus hermanas no son candidatas para probar mi teoria.
—¿Teoria?
—Veras querida, mi teoria es que de la union de dos mitad vampiros puede surgir un vampiro superpoderoso, capaz de hacerse pasar por humano aun bajo la luz del sol. Como tu y Nahuel pero con toda la fuerza vampirica y quizas una que otra habilidad extra, pero sin debilidades. Admito que es una oportunidad de cincuenta por ciento, pero una vez que te sometamos al mismo tratamiento que hicimos con tu madre, no dudo que podamos tratar, cuantas veces haga falta.
—Te equivocas, Reneesme esta tan congelada en el tiempo como un vampiro, su cuerpo no puede pasar por un embarazo. —Le dijo Edward crujiendo los dientes.
—Admito que hay cierto riesgo pero mi teoria es que solo un feto vampirico tendria la suficiente fuerza para acomodarse en el vientre de una hibrido, claro tambien hay un cincuenta por ciento que la madre no sobreviva pero, ya sabes lo que dicen no se puede hacer una tortilla sin romper algunos huevos. —Me dijo tocandome el pelo riendose. Estaba disfrutando esto. Pero Nahuel no. ¿Quizas ya me tenía afecto? Aún asi no me podía confiar.
Edward me miro significativamente, como si quisiera decirme algo.
—Aunque se te hizo facil con Bella. No creo que puedas con Reneesme.
—¿Facil? Que poca estima le tienes a los poderes de tu esposa. —Exclamó Sulpicia un tanto divertida. Era verdad sonaba condescendiente. Algo tramaba, decidi seguirle la corriente.
—Yo soy mas fuerte que mi madre, no me dejare tan facil.
—Que arrogante eres. Esto no fue nada facil. Cuando mi amado Aro me contó todo lo que habia pasado esta consternado.
Aro intervino.
—Oh si lo recuerdo bien. El amor de los Cullen pero sobre todo el amor de Edward y Bella era demasiado fuerte, no ibamos a poder convencerlos y si tratabamos de matarlos…nos dimos a la tarea de encontrar primero a Joham y ver que podia ofrecernos—Miro a Joham con gracia haciendo un movimiento con la cabeza. —Y oh sorpresa las hermanas tenian un don muy peculiar. Entre las tres podian borrar la memoria de cualquier humano o vampiro. Claro que en el caso de Bella teniamos otro problema. ¿Como entrar? Bueno no habia muchas posibilidades. Pero aqui mi querida esposa tuvo una idea mejor.
Sulpicia se acercó a Aro dandole su mano y este la beso.
—Le dije a Aro que el amor de Edward y Bella era nuestra mejor arma. Yo sabia que Alice no iba a estar tomando en cuenta mis decisiones, solo la de los “lideres” —Hizo una seña de comillas en el aire, a lo mejor las esposas tenian mas poder dentro del Clan de lo que suponiamos— Usamos los dones de Dimitri para localizar a dos copias. Dos humanos bastante parecidos a Edward y Bella. Nos tomo todos estos años, a Selene la encontramos en una secundaria de Londres justo despues de su graduación y a Michael hace tan solo unos meses en Australia. Los convertimos a ambos. Un honor que tuvo Athenodora. Por que ella es la mas controlada de todos. El parecido era tan asombroso que hasta se enamoraron.
Se rieron todos a la vez mientras a mi se me partia el corazon, pobres inocentes que tenian la mala suerte de lucir como mis padres. Edward rechinando los dientes tuvo que intervenir.
—Entiendo bien. Cuando me lanzaron de espaldas aprovecharon para llevarse a Bella y quemaron a Selene en su lugar. Pero no entiendo como Michael les sirvio de nada.
—Llevarse a Bella fue dificil. Las hibridas de Joham junto con otros miembros de la guardia la trasladaron de inmediato al otro lado de la isla donde Michael esperaba. No la dejamos acercarse a el para que siguiera creyendo que tambien te habiamos capturado. Digamos que tener un encendedor a la mano no le daba demasiadas opciones a Bella. La trajimos a Volterra donde le dimos la opcion de dejarnos entrar o ver a su esposo torturado por Jane mientras otros lo desmembraman. Ya se imaginaran su respuesta.
— ¿Y Michael? — Preguntó mi padre. No pudiendo olvidar su unfortunado gemelo.
—Cuando terminamos con Selene estaba tan deprimido el pobre. La verdad no tenia ningun don especial asi que decidimos que lo mas piadoso era que ambos estuvieran juntos. Se paso la mano derecha por el cuello en un siniestro movimiento de corte.
Aro pareció contento, arrogante, esto nos ayudaria. Dentro de mi corazon solo pensaba en las victimas humanas de Aro cuyo unico pecado era parecerse demasiado a mis padres para su propio bien. Pero algo no encajaba.
—La verdad es que mi esposa es mas laboriosa que yo mismo en estos menesteres. Cuando vi a Bella llegar encadenada de pies y manos, fue el mejor regalo que me hubiera dado.
—Todo fue cuestion de abrir su escudo. Pensabamos borrar sus recuerdos, pero era imposible. Su mente se aferraba a su amor. Por un momento pensé que tendriamos que matar a Bella. Todo un desperdicio.
Mi padre emitió un siseo agudo y yo tambien lo hice. No sabia siquiera que pudiera sisear como los vampiros. Joham le gruñó a Edward, al parecer el era fiel a Aro. Me pregunto cuanto de esa fidelidad era Chelsea manipulandolo.
—Pero Joham no iba a desperdiciar una oportunidad así. Decidimos jugar con ella, buscar los recuerdos mas problematicos, tornar su amor en odio.
Aro se acercó a mi padre levantandole la barbilla. Se veia realmente arrepentido. Aro siempre lucía sincero hasta en la mayor de las hipocresias.
—Quiero aprovechar para pedirte perdon, yo estuve todo el tiempo viviendo los recuerdos de Bella, escogiendo los momentos mas bellos entre ustedes para guiar las manos laboriosas de las hermanas. Una verdadera pena, un amor para la historia. Pero uno tiene que hacer lo que tiene que hacer, ademas que no pensaba separarte de ella en el fondo.
—¿Que quieres decir? No iban a matarme en Isla Esme?
—No claro que no Edward, tu tambien eres especial. Sulpicia sabe que me enojaria mucho con ella si siquiera lo intentara. El plan era hacerte creer que estaba muerta para que tu mismo y los Cullen vinieran a Volterra a vengarla. Hace tanto que no veo a mi viejo amigo Carlisle. Me hace tanta falta. Una vez aqui todo lo que teniamos que hacer era mostrarles a la nueva Bella. ¿Crees que si te hubiera prometido que podrian estar juntos como Volturis te hubieras negado, asi ella no te recordara? Despues de haberla creido muerta. ¿Y Alice? ¿Y Carlisle? ¿Y tu hija?
Yo sabia la respuesta y mi padre tambien Bella era su carta magna. Ni mi padre ni yo nos hubieramos ido sin ella, y ella obviamente no hubiera venido con nosotros, por las buenas. Y ni hablar de pelear pudiendo herirla, Aro nos hubiera tenido a su merced.
—Eres astuto Aro. Pero… ahora todo esta arruinado.
—Si y es una pena. Me extrañó que no hubieras venido. Por un momento pense que te habias arrojado a un volcan o algo así. Sulpicia estaba perdiendo la paciencia B…—Aro se calló en ese momento, miró a Edward con sarcasmo y le dio una palmadita en la cara. Que iba a decir, algo pasaba con mi madre si Sulpicia estaba impaciente.
—Dime entonces Edward ¿Que haremos contigo? Reneesme tiene arreglo, las hermanas pueden trabajar en su mente como en la de Bella. pero tú…—Le tocó la frente con el dedo, se la acarició mejor dicho—Eres un peligro, solo necesitariamos uno de nosotros recordando quien eras , una imagen, un pequeño descuido y tu atarias los cabos. Y sin los demas Cullen aqui…no puedo hacer mi generoso ofrecimiento. Tendremos que pensar muy bien mis decisiones.
Aro se levantó. Nahuel seguía con esa mirada extraña, Joham era el mas tenebroso. Mi padre me dijo que nunca estuvo seguro de que los vampiros tuvieran almas, yo al igual que Bella nunca le crei, pero este si parecia vacio, sin nada dentro de el. Como si todo el mundo fuera solo una simple curiosidad.
—Claro, gracias a Reneesme ahora se que los Cullen y tres lobos estan aqui. Debo ver como podemos usar esto a nuestra ventaja.
Dios el leyó todos mis pensamientos, saben donde esta Carlisle y ni siquiera se que hora es! Podrian estarnos buscando ya. Me pregunto si Carlisle vendrá solo. No seguro Jacob, Seth y Leah vendran. Pero Aro no los necesita, los puede querer destruir ¿Dios que puedo hacer?
—Aro ¿y si prometo unirme a los Volturi, por libre voluntad a cambio de que no lastimes a nadie?
Aro se materializó a velocidad vampirica y puso sus manos en mi rostro como un padre.
— No Reneesme.—Me dijo mi padre. Aro levantó una mano y Sulpicia lo tomo del brazo torciendoselo.
—Basta por favor, lo que el diga no me hara cambiar de opinion.—Le grite para que lo soltaran.
—Tan noble como su madre. Me conmueves querida.
Pero Nahuel se adelantó tocando sus manos y retirandolas de mi rostro.
—¡NO! Ella es mía. Yo he cumplido con mi parte del trato.
Joham se puso a su lado para apoyar a su hijo. Aro me miró consternado.
—Tan buena oferta. Pero lo siento tengo un trato con mis nuevos amigos y no puedo hacer nada. —Suspiró. —Ahora debemos deliberar acerca de Edward.
Aro miró a Edward con verdadera pena. Eso me asustó, realmente hablaba en serio con la idea que acabar con el. Si el me hacía la novia de Nahuel a fuerzas, mi familia podria escoger quedarse en Volterra para tratar de convencerlo. De hecho como afectaria esto a Seth y Jacob. Si ya no los recordara la imprintación podria ser destruida o peor moririan.
—Papá, ¿que hacemos ahora?
Edward estaba desecho, pero se veia contento.
—¿Por que sonries papá? ¿Acaso no lo vez? Te van a matar.
—No Reneesme, todo va a salir bien. Mientras Aro contaba la historia pude notar duda en el y en Sulpicia. Bella no esta totalmente bajo su control por eso no la quieren aqui. Si fuera seguro no les importara que Bella nos visitara.
La conversacion se interrumpió. Bella llego, estaba usando una capa negra como la de los volturi, se veia palida y siniestra. Hacia poco que habia cazado si piel era un poco rosada por la sangre. Me costaba creer que era sangre humana.
—Hola…familia—Dijo sarcasticamente—Vine a ver como estaban.
Se acercó a Edward.
—Estas palido querido. Hace tanto que no comes…—me recordaba a Aro las palabras salian como si fueran una burla.
—Tengo algo que hara parecer el dolor de tu garganta un juego de niños—Y se rió siniestramente. Lo desató de sus cadenas y lo comenzó a arrastrar por los hombros.
—¿A donde lo llevas?
—No te preocupes, Aro me tiene prohibido matarlo. Pero puedo jugar con el un poco. Tengo un pequeño lugar donde llevo a mis victimas. Ahi vamos a jugar un pequeño jueguito: Una de cal por las que van de arena. Me va a pagar todas las veces que me golpeó, me amenazó y me lastimó durante nuestro noviazgo.
Se lo llevo rapido, seguro para que no la vieran con el como esta prohibido. Yo empece a desesperarme no queria no podia dejar a mi padre en manos de Bella como estaba. Me puse a gritar su nombre a todo pulmón y luego de unos minutos apareció. Tenia el pelo revuelto y la ropa desajustada, ya habia empezado lo que sea que se propusiera.

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